El cuidado del misionero

Debemos cuidar de los misioneros que con valentía se internan en los campos de misión, dejando su comodidad para ir a rescatar las almas cautivas por el enemigo.   Todo misionero, necesita de cuidado y personas que los acompañen en su ministerio. 

Jesucristo mismo dijo a sus discípulos: «Os envío como ovejas en medio de lobos». La vida del apóstol Pablo es un ejemplo de un misionero rodeado de amigos y hermanos en la fe, a quienes Dios puso en su vida para cuidarlo y ministrarlo. El menciona en sus cartas, más de 70 personas que fueron usadas por Dios para ministrarlo, apoyarlo y cuidarlo en distintos momentos de su vida.  A continuación, algunas ideas para apoyar los misioneros en las distintas etapas de su servicio:

Cuidado antes de salir al campo

La iglesia local y los programas de capacitación ministerial juegan un papel importante en la preparación del misionero antes de salir al campo, esta tendría que responsabilizarse por despertar y reconocer su llamado, comprometerse con su formación espiritual, sus actitudes y valores cristianos, así como por el desarrollo de los dones y las habilidades ministeriales necesarias para hacer la misión. Debería preocuparse por su salud integral, la integridad de su hogar y su testimonio en el trabajo, entre familiares y vecinos.  Hay aspectos importantes que se deben considerar como son el desarrollo de habilidades para perseverar ante las pruebas y adversidades, así como apoyarles en toda la logística propia del viaje (Recursos económicos, visas, trámites bancarios, aprendizaje de idiomas, seguros médicos, etc.).  También sería importante contar con la ayuda de misioneros transculturales experimentados que ayuden a preparar mejor a los nuevos misioneros.

Cuidado en el Campo

El obrero necesita contar con personas que lo ayuden a introducirse en la cultura, cubrir las primeras necesidades durante los primeros días, que le responden interrogantes que se puedan presentar y les hagan sugerencias de cómo comportarse en la nueva cultura para evitar errores que les impidan su adaptación.  También necesita de personas que le enseñen a desplazarse, que le orienten en asuntos de atención médica y otra información acerca de sus actividades cotidianas.  Se necesitan personas que puedan proveer cuidado especializado como: médicos, psicólogos, consejeros y mentores que puedan ayudarlos durante tiempos de crisis y estrés, en manejo de conflictos, cuidado y educación de los hijos, vida familiar entre otros.  También es importante visitarlos en el lugar de la misión al menos una vez por año, comunicarse constantemente a través de cartas, correos electrónicos, llamadas telefónicas convencionales o video llamadas si es posible.  Es importante que los misioneros sepan que hay gente que los cuida y los apoya tanto en casa como en el campo.

Cuidado al regresar del campo

A su regreso los misioneros necesitan un cuidado especial que incluye hospedaje, un lugar para descansar y reponer fuerzas.  Necesitan chequeos o tratamientos médicos, dinero para uso inmediato y otros asuntos necesarios del diario vivir, opciones educativas disponibles para los hijos.  Necesitan mentores que los apoyen en su reingreso, mediante   entrevistas que les ayuden a evaluar el trabajo realizado y desarrollar estrategias para su readaptación. Es de suma importancia ayudar al misionero a prever y hacer los arreglos necesarios para su pensión y retiro.

¿De qué manera estás proveyendo o estás dispuesto a proveer cuidado para los obreros que están en el campo de batalla?

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