En 1990 John y Bonnie Nystrom iniciaron el proyecto para traducir por primera vez la Biblia al idioma Arop de Papúa Nueva Guinea, usaron una computadora portátil simple para mecanografiar borradores de traducción, pero la mayor parte del trabajo se realizó a mano.
Actualmente, los programas de software como Paratext ayudan a muchas personas y equipos de trabajo que están enfocadas en la traducción de la Biblia a facilitar el rendimiento y los resultados de sus trabajos. Las grandes herramientas para traducción, proveen accesos de búsqueda y recuento de los ordenadores para establecer lo que un traductor quiere hacer y decidir si lo que encuentra, es correcto o si se puede mejorar, y es por eso que John dijo que “Las computadoras son mejores y más rápidas que las personas a la hora de encontrar cosas y contarlas”
Muchos años atrás, este esfuerzo requería de un ardua labor y los equipos de trabajo daban el máximo de sus habilidades para estar seguros de que las traducciones no tuvieran irregularidades, pero ahora, a través de la tecnología y uso de herramientas digitales se identifica las ubicaciones de palabras y frases bíblicas claves y muestra cómo se han traducido.
La tecnología permite que cada herramienta de traducción mejore y especialmente a medida que el diseño de las mismas sea accesible, se abren más oportunidades para que más personas participen en el proceso de traducción de la Biblia.
Los equipos permanentes de trabajo de diferentes continentes, pueden colaborar fácilmente en los proyectos de traducción de la Biblia, gracias a los desarrolladores de software [en las misiones] que dan tiempo, habilidades, conocimiento y están dando su vida para producir un recursos digitales para los traductores de la Biblia.
La traducción de Biblia y la tecnología permiten un impacto grande y amplio en la evangelización y las misiones.
wycliffe.org