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Folleto 11 Salidas prematuras del campo

Ronald L. Koteskey

GO International

Los que los obreros transculturales deben saber sobre las salidas prematuras del campo

David y María regresaron a su país de origen con un suspiro de alivio. La agitación política y las amenazas de violencia habían terminado, y sus hijos estaban de vuelta en la escuela y a salvo. Habían planeado quedarse en su país anfitrión por cuatro años, pero su agencia les pidió que regresaran a casa después de tan solo un año, debido al peligro.

Desafortunadamente, en unas pocas semanas, diferentes clases de estrés comenzaron a afectar a David y María. Se sentían innecesarios, tristes y culpables. Las demás personas no entendían lo que ellos estaban atravesando, y sentían que realmente no encajaban bien en su comunidad de origen. Tal salida prematura del campo es a menudo mucho más difícil de sobrellevar que el regreso de una persona al final de su compromiso de servicio.

Las salidas prematuras han estado ocurriendo durante miles de años, así que consideremos algunas que aparecen en la Biblia. ¿Cuáles son las razones para irse, quién se ve afectado, qué emociones pueden surgir y qué pueden hacer las personas involucradas?

¿Esto ocurrió en los tiempos bíblicos?

Sí, esto sucedió varias veces por diferentes motivos durante el primer término de servicio transcultural de Pablo y Bernabé en el libro de Hechos. Ellos fueron comisionados al servicio de la obra, y antes de navegar, Juan Marcos se les unió para ayudar. Sirvieron en Chipre y luego viajaron a Perga, una ciudad ubicada en lo que hoy es Turquía (Hechos 13: 1-13). Luego de eso, comenzaron las salidas prematuras.

• Desde Perga. Juan Marcos dejó Perga para regresar a Jerusalén, donde estaba la oficina central (Hechos 13:13). La Biblia no dice por qué se fue pero, en la actualidad, la explicación oficial sería “por razones personales”. Puede ser que se sintiera nostálgico, cansado o por muchas otras razones.

• Desde Antioquía. Algunas personas del país de origen de Pablo, incitaron a ciertos ciudadanos de Antioquía para que lo expulsaran junto con Bernabé, por lo que tuvieron que abandonar la región; lo hicieron porque se les pidió que se fueran (Hechos 13: 50-51).

• Desde Iconio. Nuevamente, personas de su propio país y ciudadanos de Iconio, estaban planeando hacerle daño a Pablo y Bernabé, por lo que estos huyeron del potencial peligro (Hechos 14: 5-6).

• Desde Listra. Los mismos dos grupos anteriores apedrearon a Pablo y lo abandonaron, creyéndolo muerto. Pablo sobrevivió. Él y Bernabé salieron de Listra al día siguiente debido al peligro inminente (Hechos 14: 19-20).

Desde siempre, los obreros transculturales han tenido que abandonar su país de acogida, una vez cada cierto tiempo. No son ciudadanos de ese lugar, por lo que saben que su tiempo allí puede ser limitado.

¿Por qué los obreros transculturales tienen que irse?

En estos dos capítulos de Hechos, se observa que las personas salieron prematuramente de sus campos de servicio debido a razones personales, porque fueron expulsados, porque necesitaban huir de un daño potencial o escapar de un peligro inminente. Las personas pueden irse por muchas otras razones, y aquí están algunas de las más frecuentes.

• Una enfermedad física que los hace ineficaces o para la cual requieren tratamiento en su país.

• Problemas psicológicos que van desde la ansiedad hasta la enfermedad mental.

• Problemas con niños o adolescentes que no pueden funcionar en la cultura anfitriona.

• Agitación política en el país anfitrión.

• Necesidades financieras que requieren recaudar más fondos en su país de origen.

• Estrés y agotamiento que les hace imposible permanecer en la cultura de acogida.

• Problemas con los padres ancianos que no pueden cuidarse a sí mismos, o asuntos de propiedades.

• Alguna falta moral que le prohíba trabajar efectivamente en la cultura de acogida.

• Conflicto con otros obreros que no pueden resolverse.

Esta es solo una muestra de las razones por las cuales los obreros abandonan sus países anfitriones. La lista es casi interminable, pero la razón por la que finalmente deciden irse tiene un efecto en cómo se sienten estas personas con respecto a su partida y cómo reaccionan los demás también. Por ejemplo, si las personas se van porque tienen una enfermedad que necesita tratamiento en “casa”, pueden sentirse muy diferente al respecto -y puede que otros reaccionen de manera diferente- comparado a si los atrapan malversando fondos de la agencia.

¿Qué emociones se suscitan?

El rango de emociones es tan variado como las razones para irse. Algunas pueden ser muy positivas, al menos al principio. Por ejemplo, si uno acaba de regresar de una situación estresante, peligrosa o llena de conflictos, es probable que la principal emoción sea un sentimiento de alivio. Sin embargo, también es probable que aparezcan emociones negativas. A continuación se enlistan algunas de las más comunes.

• Duelo, por la pérdida de tantas cosas como el hogar, los amigos, el trabajo y la posición social.

• Enojo, porque te han quitado muchas cosas sin que sea culpa tuya.

• Miedo y ansiedad, debido al trauma inesperado y el no saber qué sucederá después.

• Preocupación, por la difícil situación de los que quedaron atrás.

• Culpa, porque ya no estás ayudando a las personas que sentiste Dios te llamó a servir.

• Shock, porque todo fue tan repentino y todavía no has tenido tiempo de procesarlo todo en tu mente.

• Vergüenza, porque lo que hiciste fue moralmente incorrecto y causó dolor a muchas personas entre tu familia y amigos.

• Depresión y desánimo, porque debiste haber actuado de otra manera y las cosas ahora parecen tan sombrías.

• Resentimiento, porque la gente que creíste eran tus amigos se volvieron contra ti.

La lista puede seguir y seguir pero, en general, las personas tienden a tener baja autoestima, creen que son mal entendidas u olvidadas, y se sienten inútiles.

¿Quién está implicado?

Los obreros que deben abandonar todo prematuramente, tienden a sentirse solos y olvidados cuando tienen que irse; sin embargo, la salida prematura también afecta a muchas otras personas.

• La familia, incluyendo tanto a la familia inmediata como a la extendida. Los cónyuges e hijos generalmente también tienen que partir, por lo que sus vidas se ven igualmente afectadas. La familia extendida que espera recibirlos “en casa”, a menudo también está involucrada.

• Los colegas que se quedan en el campo y tienen que asumir nuevas responsabilidades, pueden resentir lo que ha sucedido.

• Los nacionales con quienes el obrero transcultural ha estado trabajando, pueden no estar listos para cumplir con sus roles sin supervisión.

• Las agencias que ahora tienen que rebuscar y tratar de encontrar a alguien que se haga cargo de los proyectos “de la noche a la mañana”, pueden estar bajo un fuerte estrés.

• Las personas que esperan en el país de origen y que no han terminado de comprender a cabalidad lo que ha sucedido, pueden sentir que estos obreros han abandonado su llamado.

¿Qué pueden hacer los obreros transculturales?

Los obreros transculturales que son reasignados inmediatamente a un campo diferente enfrentan muchos desafíos porque generalmente están ingresando a una nueva cultura, incluso si el idioma es el mismo. Esto es aún más difícil que cuando los obreros se preparan para ir a un campo nuevo, la mayoría de las veces. En este último caso, los obreros reciben aunque sea una corta orientación antes de entrar al campo. Pero, en el primer caso y muy a menudo, nadie está preparado para darle al obrero reasignado una orientación estando ya en el nuevo campo.

Por otro lado, los obreros que regresan a sus culturas de origen también enfrentan desafíos. El reingreso es a menudo una transición importante incluso cuando se trata de un retorno programado. Cambiar de cultura es algo difícil de procesar para la mayoría de las personas, incluso si se prevé. Un reingreso prematuro es aún más difícil por dos razones. Primero, generalmente es inesperado y repentino, por lo que hay poco tiempo disponible para prepararse. Segundo, dado que es prematuro, otras personas tienden a esperar una “explicación”. Algunas son relativamente fáciles de dar, como cuando hay una enfermedad física evidente o una revuelta política peligrosa. Otras explicaciones son más difíciles, como un conflicto con un colega o algún fracaso moral.

Aunque la transferencia a un campo diferente o el reingreso a la cultura de origen después de una salida prematura son más difíciles de manejar, los pasos a seguir son básicamente los mismos que ocurren después de un cambio de cultura programado. Si fue una salida repentina e inesperada, es posible que el orden de los pasos deba cambiarse ligeramente.

Afronta el presente. Tan pronto como sea posible, haz lo que sea necesario para ofrecer una estructura relativamente “normal” a tu vida y a la de tu familia. Por ejemplo, necesitas conseguir prontamente una vivienda temporal, transporte y todo lo necesario para vivir. Si tienes hijos, inscríbelos en la escuela o comienza a darles educación en casa para darles un “soporte estable” a sus vidas.

Acepta tu pérdida. Salir temprano del campo significa que tienes más pérdidas y menos tiempo para hacer tu proceso de duelo, que las personas que salen por motivos programados. Tómate el tiempo para llorar estas pérdidas, ya sea que esto signifique hacerlo con otras personas que también tuvieron que irse, o hacerlo solo si te encuentras lejos de ellos. Recuerda que has perdido tu rol, tu ministerio, tus planes para el futuro en ese lugar, y mucho más.

Cierra el pasado. Si bien puede que regreses al campo después que sane tu enfermedad, o que se haya resuelto la revuelta política, etc., no lo des por sentado. Serviste a Dios en ese lugar porque Él te guió entonces, pero en este momento no puedes continuar haciéndolo. Tal vez regreses como lo hicieron Pablo y Bernabé (Hechos 14: 21-24), o tal vez nunca puedas regresar. Permite que alguien te acompañe en este proceso y te ayude a ver cómo tu partida prematura encaja en la historia de tu vida. Luego, suelta el pasado para que se vaya, pero prepárate para regresar si llegase la oportunidad y te sientes motivado a volver. • Muévete hacia el futuro. Una vez que estés funcionando en tu nuevo presente y hayas cerrado el pasado, estarás listo para comenzar a planificar y avanzar hacia el futuro. Esto puede significar desde aceptar un puesto de trabajo similar en otro país, comenzar un nuevo ministerio en tu país de origen, regresar a tu mismo país anfitrión, continuar con tu educación universitaria, hasta tomar un curso completamente nuevo que creas es el plan de Dios para ti y tu familia.

Ronald Koteskey es Consultor de Cuidado al Asociado de GO International

Visite el siguiente sitio web para acceder a otros folletos de esta serie:http://crossculturalworkers.com/

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