Es imprescindible la perseverancia de la iglesia para poder avanzar en la obra misionera. Cuando respaldamos esta obra estamos contribuyendo para que otros reciban la salvación en Cristo y sus vidas sean transformadas, así como nosotros hemos recibido la misericordia y el perdón de Dios por el sacrificio de Jesucristo. (Mateo 24:13-14: Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin).
La iglesia debe perseverar en la oración
La eficacia en la obra misionera no depende sólo de la capacitación y el talento de los llamados, sino, de nuestra comunión con el Señor y nuestra vida de oración. Por ello, la mejor forma en que nosotros podemos sostener y apoyar la obra misionera es a través de la oración, orando por los misioneros, por sus familias y demás áreas importantes, para que sigan predicando la palabra de Dios, para que sean sanados cuando se encuentren enfermos, para que no se desanimen, para que permanezcan y sigan adelante a pesar de la oposición y los peligros a que se enfrentan. Efesios 6:18-20 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar..” La oración misionera debe ser perseverante, ya que cuando estamos orando, Dios puede mostrar aspectos específicos por los cuales orar. Así como nuestro Señor Jesús perseveró en oración una noche entera cuando iba a seleccionar a sus doce discípulos, nosotros también deberíamos orar con perseverancia de manera personal o congregacional por los obreros comisionados, para que Dios prepare los corazones de las personas que queremos alcanzar y por puertas abiertas en los lugares donde queremos realizar la obra misionera. Colosenses 4:2-4 Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias; orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso, para que lo manifieste como debo hablar
La iglesia debe perseverar en el dar
Otra manera en que la iglesia puede respaldar el trabajo misionero es a través de las ofrendas, cuando un misionero sale al campo, en la mayoría de las ocasiones no va a tener la oportunidad de trabajar para generar ingresos y lo único que lo puede sostener son las ofrendas de parte de la iglesia. Un ejemplo bíblico que nos desafía es la iglesia en Macedonia, que rogó para poder dar, aun cuando no tenía los recursos necesarios. 2 Corintios 8:1-4 Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; que, en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aún más allá de sus fuerzas, pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos. Es importante recordar que no se trata de ofrendas esporádicas, se debe asumir un compromiso a largo plazo puesto que el trabajo en la obra misionera no es temporal, es una labor que debe continuar hasta que nuestro Señor Jesucristo regrese.
La iglesia debe perseverar en enviar obreros:
Sin duda el respaldo de la iglesia en las dos acciones anteriores es muy valioso para la tarea misionera, pero sin duda el recurso más importante y por el cual el Señor Jesús pidió que orásemos son los obreros. Mateo 9: 36-38 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies. La necesidad de más obreros es urgente, sobretodo en estos tiempos tan difíciles que estamos viviendo. Hacen falta siervos de Dios que salgan de su comodidad y estén dispuestos a llevar a cabo la tarea encomendada, utilizando sus dones, oficios o profesiones para mostrar el amor de Dios a través del servicio, cultivar amistades y conducirles a Jesucristo. En algunos países dónde no se puede entrar abiertamente como misioneros cristianos, se necesita que el obrero tenga alguna profesión u oficio como: profesionales en salud, entrenadores, empresarios, maestros y todo aquel que quiera ser partícipe de la obra misionera. Qué privilegio cuando hay una iglesia que está dispuesta a dejarse guiar por el Espíritu Santo en el envío de obreros, entendiendo que Dios es el que determina quién debe ir, dónde y cuándo.
¿CÓMO IGLESIA DE JESUCRISTO ESTAMOS DISPUESTOS A PERSEVERAR EN EL APOYO DE LA OBRA MISIONERA HASTA QUE NUESTRO SEÑOR REGRESE?
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